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Ava Gardner, una diva de Hollywood admiradora del flamenco
Desde Teatro Flamenco Madrid te contamos la intensa relación entre la extrovertida actriz de Hollywood y la capital española, donde vivió durante más de una década y se enamoró de su ambiente, de sus fiestas y, fundamentalmente, del flamenco.
Ava Gardner conoció España en 1950 durante un rodaje. Ella misma reconocería en sus memorias el impacto de este primer encuentro en su vida, que la llevó a residir en la capital durante 13 años.
De Hollywood a los tablaos flamencos
El primer encuentro entre la actriz y los aires madrileños fue gracias a la película ‘Pandora y el holandés errante’. Gardner afirmó años después que: “Nada de lo que hice antes o después de Pandora tuvo un impacto igual en mi vida. Gracias a ella, descubrí España, y en España viví como nunca antes había vivido".
Años después protagonizó la película ‘La condesa descalza’, donde interpretó a María Vargas, una bailarina de flamenco que enamora a un director de cine, encarnado por Humphrey Bogart. Para realizar este papel, la actriz asistió a clases de flamenco y a sus primeras corridas de toros, acontecimientos que consolidaron su amor por España.
Ava Gardner, conocida como “el animal más bello del mundo” se enamoró de España y de los españoles: de su carácter, de sus fiestas y de su cultura flamenca.
Fue a partir de estas experiencias que decidió mudarse a Madrid en 1955 para aprender el idioma, conocer el país y, muy especialmente, salir de juerga por los tablaos flamencos de la capital.
De recorrida por escenarios flamencos
Durante estos años, la actriz solía frecuentar diversos tablaos flamencos como El Duende, El Corral de la Morería, Torres Bermejas, Los Gabrieles o el local de Lola Flores y el Pescaílla: Villa Rosa.
Fue en estos teatros que Gardner aprendió el arte del taconeo y se rodeó de los principales artistas flamencos del momento como Pastora Imperio, Antonio El Bailarín y la mismísima Faraona.
También durante esos años, la actriz se rodeó de otros personajes de la escena artística madrileña e internacional, como Ernest Hemingway y Orson Welles.
Gardner, como otros personajes de la escena estadounidense de los años 50, encontró refugio en Madrid, entre juergas y palmas flamencas.
Los años de Ava Gardner en Madrid han pasado a la historia tanto por la intensidad de sus fiestas como por su amor a los toros, a los españoles y, principalmente, al estilo de vida flamenco.