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10 Mujeres Flamencas de la historia
Descubrimos a 10 grandes artistas, mujeres y flamencas que han marcado un antes y un después en la historia del arte jondo. Con motivo del Día Internacional de la Mujer que se celebra el 8 marzo, este artículo va por todas ellas.
Actualmente, las mujeres viven un momento de gran esplendor y reconocimiento en el mundo del flamenco, pero no siempre ha sido así. Aunque siempre ha habido mujeres en el baile, el cante y el toque, durante años se han visto abocadas al anonimato del hogar.
El mundo del flamenco siempre ha estado rodeado de machismo y ser mujer y dedicarse al flamenco no estaba bien visto hace algunas décadas. Desde las pioneras del siglo XIX hasta los años setenta y ochenta del XX las mujeres quedaron relegadas al hogar. Las que a pesar de todo decidieron dedicarse al flamenco, no tuvieron una vida fácil. Por ello, aquí presentamos nuestro más personal homenaje a las grandes flamencas de la historia.
Aquí comienza nuestro ‘Top 10’ de las mujeres flamencas más trascendentes en la historia del flamenco:
Juana La Macarrona
(Juana Vargas de las Heras. Jerez de la Frontera, 1870 - Sevilla, 1947). Soberana de los cafés cantantes de Sevilla. Triunfó en Madrid y Barcelona, entre otras ciudades, e hizo varias giras por el extranjero. En 1889 actuó en la Exposición Universal de París. También triunfó en Berlín (1895) y en Moscú. En los años 30, ya en su madurez, fue una de las artistas destacadas de la Exposición Universal de Barcelona y entre 1933 y 1934 trabajó en la compañía de ballets flamencos de La Argentinita.
La Argentinita
(Encarnación López Júlvez. Buenos Aires, 1898 - Nueva York, 1945). Fue cantante, actriz, bailarina, bailaora y coreógrafa. Colaboró estrechamente con Lorca en su labor de dignificación del folclore y la música popular. En 1932 fundó su Compañía de Bailes Españoles y triunfó con sus ballets flamencos. Además de interpretar coreografías propias, Argentinita cantaba canciones populares de García Lorca como Sevillas del Siglo XVIII, Los Cuatro Muleros y Zorongo Gitano, acompañada al piano por el propio poeta. Tras el estallido de la Guerra Civil, se exilió en América. Triunfó en los Estados Unidos con espectáculos como El Café de Chinitas (1943) o Capricho español (1945).
Pastora Imperio
(Pastora Rojas Monje. Sevilla, 1885 - Madrid, 1979). Debutó muy joven como bailaora y cupletista en la capital. En su estilo como bailaora, lo que más destacaba era su manera de mover los brazos y las manos y hoy en día sigue siendo el ejemplo del buen braceo femenino. Otra de las aportaciones de Pastora Imperio fue que puso de moda el baile con bata de cola. También trabajó como actriz. Fue muy admirada tanto en Europa como en Latinoamérica, donde pasó largas temporadas y cosechó grandes éxitos.
El nombre de Pastora Imperio le vino más tarde, cuando Jacinto Benavente dijo al verla bailar, “¡Esta Pastora vale un imperio!”
La Perla de Cádiz
(Antonia Gilabert Vargas. Cádiz, 1924 - 1975). Fue una cantaora muy completa, considerada una de las voces más flamencas que el cante jondo ha dado. Su calidad artística la hizo merecedora de distintos reconocimientos, como el Primer premio por Alegrías y Segundo premio por Bulerías del Concurso Nacional de Córdoba (1959), o el Primer premio del I Certamen de los Cantes de Cádiz (1968). Dulzura y compás, una voz privilegiada del cante gaditano.
Merced La Serneta
(Mercedes Fernández Vargas. Jerez de la Frontera, 1840 - Utrera, 1912). Triunfó en el siglo XIX en los cafés cantantes de Jerez, Sevilla y Madrid. Una de las grandes figuras del cante jondo y excepcional intérprete de soleás. Aunque no dejó grabaciones, se le atribuye la creación de siete estilos de cante por soleá. En cualquier caso, su voz, con un matiz viril muy común en las grandes cantaoras, le otorgaron un prestigio considerable. Sus estilos siguen estando de actualidad, lo mismo que sus letras, en las que late la sensibilidad de un alma femenina.
Carmen Linares
(Carmen Pacheco Rodríguez. Linares, 1951). Es la gran señora del cante de nuestros días. Ha llevado su arte por todo el mundo y cuenta con numerosos reconocimientos en su haber. La voz de Carmen Linares está llena de musicalidad y matices rebosantes de personalidad. Una artista que destaca por su profundo dominio del cante tradicional y por su búsqueda constante de nuevas formas de expresión y sonidos.
La Paquera de Jerez
(Francisca Méndez Garrido. Jerez de la Frontera, 1934 - 2004). Puro torrente, compás y personalidad. Reina indiscutible de la bulería de Jerez, que destacó por sus extraordinarias cualidades vocales y su gran sentido del compás. Posee una amplia discografía y ha logrado importantes reconocimientos, como el Premio ‘Pastora Pavón’ por Bulerías del Concurso Nacional de Córdoba (1971), la Copa de Jerez de la Cátedra de Flamencología o la Medalla de las Bellas Artes.
Fernanda de Utrera
(Fernanda Jiménez Peña. Utrera, 1923 - 2006). Considerada como la mejor intérprete de soleás de todos los tiempos. Su voz desgarrada, siempre al límite, ha transmitido como ninguna la esencia y el misterio de la soleá. Inició su carrera profesional a una edad más bien tardía, formando pareja con su inseparable hermana Bernarda. Fue figura indiscutible de los festivales flamencos en España y realizó varias giras por el extranjero. Grabó varios discos y fue merecedora de numerosos premios y reconocimientos.
Carmen Amaya
(Carmen Amaya Amaya. Barcelona, 1918 - Bagur, 1963). De familia humilde, Carmen Amaya empezó a bailar desde muy pequeña, junto a su padre, en las tabernas del barrio chino barcelonés. En 1929 debutó en París, en 1930 bailó en la Exposición Universal de Barcelona y en el 35 triunfó en Madrid. Cuando estalló la Guerra Civil, embarcó junto a su familia con rumbo a Buenos Aires. Tras varios años de gira por América, en 1941 llegó a Nueva York, donde se convirtió en una gran estrella internacional. Destacó por su baile racial, salvaje, basado en la fuerza de su zapateado, e impuso una nueva estética al bailar con pantalón. También triunfó en el cine.
La Niña de los Peines
(Pastora Pavón Cruz. Sevilla, 1890 - 1969). Ha sido la cantaora más completa y excelente de todos los tiempos. Aportó interesantes innovaciones en estilos como la petenera, la bambera o la bulería. A partir de los años 30, su carrera discurrió en paralelo a la de su marido, el cantaor Pepe Pinto. Se retiró en 1949, tras la gira de su último espectáculo, ‘España y su cantaora’. Ha dejado una extensa discografía, que sigue siendo referencia obligada para los artistas de hoy.
Aunque este ha sido un brevísimo recorrido por la historia del flamenco y las mujeres que hicieron grande este género, hoy son muchas las artistas reconocidas que se enmarcan como referentes de este arte. Como las mujeres flamencas que se suben cada día sobre las tablas del Teatro Flamenco Madrid, para transmitir todas las emociones y deleitarnos con el arte del baile, el cante y el toque en un espectáculo lleno de magia.