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Leyendas del Flamenco: Carmen Amaya
Desde Teatro Flamenco Madrid repasamos la trayectoría de la Capitana del baile flamenco, Carmen Amaya.
Si hay una figura internacional por antonomasia del baile flamenco del siglo XX, esa es Carmen Amaya. La gran Carmen Amaya ha sido una de las bailaoras flamencas con más garra y fuerza de la historia del flamenco, que conquistó teatros y tablaos de todo el mundo.
LOS INICIOS DE CARMEN AMAYA
Al igual que muchos miembros de la etnia gitana en la época, de Carmen Amaya no constan ni registro de nacimiento ni de bautizo. No obstante, los investigadores datan su fecha de nacimiento entre los años 1913 y 1918, en el barrio de Somorrostro de Barcelona.
La fecha de nacimiento de Carmen Amaya sigue siendo un misterio.
Comenzó su carrera como bailaora flamenca desde muy pequeña. Con tan solo cuatro años, ya acompañaba a su padre, el guitarrista José Amaya El Chino, por los bares y tabernas de la zona. Fue en esa época en la que adquirió el sobrenombre de La Capitana, haciendo honor a su gran arte y desparpajo.
Carmen Amaya comenzó a bailar con solo 4 años, acompañando a su padre a los bares de la zona.
Poco a poco, Carmen Amaya fue apareciendo en más tablaos y teatros. Su debut se produjo en el Teatro Español del Paralelo, con la compañía de cómicos de Josep Santpere, a pesar de que por aquel entonces, siendo menor de edad, no se le permitía trabajar legalmente. Según los flamencólogos, su primera actuación en un teatro se produjo con la obra ‘La Campana de Gràcia’ o el ‘Fill de la Marieta’ estrenada el 7 de junio de 1924.
CARMEN AMAYA: ARTISTA INTERNACIONAL
La gran Carmen Amaya ha actuado en tablaos y teatros de todo el mundo. Su proyección internacional comenzó en Francia, en París, donde por primera vez actuó fuera de nuestras fronteras actuando en el Teatro Palace.
Más adelante, ya empezada la Guerra Civil, la bailaora viajaría a Lisboa (Portugal), Buenos Aires (Argentina), Brasil y Uruguay. En Buenos Aires Actuaría en el Teatro Maravillas, teniendo un éxito apabullante y consiguiendo vender las entradas de todo un año de espectáculos.
El primer gran éxito de Carmen Amaya en el extranjero fue en el Teatro Maravillas de Buenos Aires.
El éxito obtenido en Argentina le valió para presentarse en otros países de latinoamérica, como Uruguay, México y Cuba. En México debutó en el Teatro Fábregas, donde estuvo varios meses para posteriormente viajar a otras ciudades del país.
Finalmente, la bailaora también conseguiría cosechar éxitos en Estados Unidos. Actuó en el Carnegie Hall de Nueva York, y estuvo varias veces en Hollywood para rodar algunas películas. Allí conoció al presidente Roosevelt, que le invitó a actuar a la Casa Blanca.
EL LEGADO DE CARMEN AMAYA
Los expertos coinciden en afirmar que Carmen Amaya revolucionó la escena del baile flamenco que se hacía en aquel momento. La bailaora fue la precursora de una nueva escuela, que implicaba una manera diferente de bailar para la mujer.
Antes de la llegada de Carmen Amaya, la mujer en el baile flamenco se lucía con marcajes, desplazamientos, quiebros y braceos, y el zapateado quedaba relegado al uso de técnicas muy simples. Pero Carmen rompió la norma creando un estilo de baile propio, cuyos gestos y marcajes no obedecían a figuras estéticas sino a las emociones de la artista.
Carmen Amaya rompió los esquemas del baile flamenco imponiendo su propio estilo.
Es ese el legado que dejó Carmen Amaya, una bailaora que dejó verdadera huella en la historia del flamenco y que hemos querido recordar y homenajear desde Teatro Flamenco Madrid.