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¿Qué es el jaleo en el flamenco?
El flamenco es gracia, estilo y pasión, pero sobre todo es una forma de arte totalmente cargado de energía que se nutre de diferentes formas para expresarlo. ¿Quieres conocer una de ellas?
Normalmente entendemos el jaleo como al conjunto de expresiones y gestos de euforia que acompañan al baile y cante flamenco durante las actuaciones. Nos referimos a esos “oles”, “qué arte” o “vámonos” que jalean los artistas. Pero el jaleo flamenco también es uno de los primeros estilos de este género y que, pese a no tener mucha relevancia en la actualidad, es la base de palos como las bulerías, las soleás y todos sus derivados.
¿De dónde viene el género del jaleo?
El jaleo flamenco surge a mediados del siglo XIX en el municipio gaditano de Jeréz de la Frontera como un estilo muy arraigado a la cultura gitana. Los famosos bailes de jaleos eran representados en los antiguos cafés cantantes, donde los artistas desprendían su arte y sus características exclamaciones de euforia.
El hecho de que los jaleos nacieran en Jeréz de la Frontera hace evidente su estrecha relación con las bulerías, pues es el lugar idóneo para ser interpretadas con toda la jondura, y fue a principios del siglo XX cuando los jaleos empiezan a adquirir la denominación de bulerías o chuflas, quedando en el olvido como palo flamenco, hasta que años después fue rescatado por los gitanos extremeños.
Dentro de las aportaciones de este género, encontramos una recopilación de diferentes canciones compuestas por el gran Federico García Lorca, y que en su grabación acompañó con el piano a la cantaora y bailaora Encarnación López, “La Argentina”. Destacan las canciones de “En el café de Chinitas” o “Anda Jaleo” que dice así:
“Yo me subí a un pino verde
Por ver si la divisaba
Por ver si la divisaba
Y sólo divise el polvo
Del coche que la llevaba
Del coche que la llevaba
Anda jaleo, jaleo
Ya se acabó el alboroto
Y vamos al tiroteo
Y vamos al tiroteo”
Por otra parte, los jaleos extremeños hacen referencia a una variante de los tangos y tienen su origen en el rito fiesta que, en forma de cantes y bailes, acompaña a la boda de los gitanos en el momento que se considera realizado el casamiento. Al igual que en el jaleo flamenco, se denomina jaleos a aquellas expresiones que aclaman los artistas, siempre acompañando al compás y ciñéndose a la rítmica propia de cada estilo. Se canta principalmente en Badajoz y su transmisión se realizaba a través de la escucha de distintos artistas en ferias, casorios y fiestas. Los jaleos pacenses adquirieron popularidad gracias a Porrina de Badajoz junto a su hermano Manolo de Badajoz, y destacan artistas como Juan Cantero, El Camborio y La Marelu.
¿Cómo se baila el jaleo flamenco?
A día de hoy, el jaleo es un estilo asociado a las jotillas o fandangos cantados en la cadencia andaluza, y por ello, ambos comparten un compás ternario, aunque su mayor viveza hace que se asemeje más a la bulería.
Es un baile de carácter enérgico, alegre y con gran fuerza. Presentan un compás de 3x4 o 3x8 en función de la velocidad que los artistas logren alcanzar. Las coplas de las melodías son normalmente de tres versos, de contenido jocoso y que buscan siempre la diversión. Al inicio, se marca como una bulería, pero con un estilo mucho más suave, para finalizar con una pequeña escobilla o zapateado que cierran con una subida de velocidad y con una letra más airosa y viva.
Lo más característico del jaleo flamenco es el bullicio que se crea en el tablao, animando así al público que acompaña con aplausos al artista, inundando la sala de sentimientos mágicos y donde las emociones más puras afloran. Si no te quieres perder esta experiencia, ven a visitarnos al Teatro Flamenco Madrid y disfruta de un espectáculo flamenco digno de repetir. ¡Reserva tu entrada en el siguiente enlace!