Maestros del Flamenco: Antonio Molina

Antonio Molina de Hoces, más conocido en el mundo del cante flamenco como Antonio Molina, nació en Málaga el 9 de marzo de 1928. Creció en una familia humilde y muy pronto tuvo que empezar a trabajar. A los 10 años empezó repartiendo leche por Málaga y Totalán (el pueblo de sus abuelos) y guardando cochinos. Más tarde, comenzaría de ayudante de camarero. A los 14 años se mudó a Madrid a buscarse la vida.

Poco después de terminar el servicio militar, Antonio Molina conoció al maestro granadino José María Legaza Puchol, que fue el primero en darle clases de canto flamenco. En ese tiempo, en el año 1949, se presentó a un concurso de Radio España y lo ganó, lo cual hizo que fuera contratado para actuar en varias compañías y le permitió grabar su primer disco.

A partir de ahí, empezó a ganar notoriedad en el mundo del cante flamenco y se convirtió, gracias a su peculiar estilo, su voz cristalina y su inconfundible falsete, en el cantante más famoso de la década de los 50.

Antonio Molina es considerado el cantante más famoso de la década de los 50

Antonio Molina en el Cante Flamenco

Tras el éxito al ganar el concurso de Radio España, Antonio Molina grabó su primer disco y empezó a hacer giras por los teatros flamencos de toda España con varios espectáculos. Sus canciones más icónicas son también de estos años: Soy minero, Caballito bandolero, el Macetero, La estudiantina, Adiós España y Yo quiero ser matador.

Debutó con el espectáculo flamenco ‘Así es mi cante’ en el teatro de Fuencarral en el 1952. Las canciones de ese espectáculo sonaban en todas las radios nacionales y pronto la gira en las salas de los teatros se quedaron pequeñas. Antonio Molina fue de los primeros artistas en llevar el flamenco a las plazas de toros, y gozó de un éxito sin precedentes ya que las llenaba casi sin esfuerzo.

Durante once años de carrera, recorrió España y América con varias compañías propias y espectáculos como Cuna de Coplas, Festival de Cante Flamenco, Cante y toros, La copla y el cante, Llegan los ídolos, Coplas al viento, Vendo Alegría y Pregones y coplas. Durante mucho tiempo formó espectáculos con Juanito Valderrama.

Protagonizó numerosas películas, que convirtieron a Antonio Molina en uno de los artistas flamencos más famosos de la época. Dejó títulos para la historia como El pescador de Coplas, Esa voz es una mina, Café de Chinitas y Puente y Coplas, entre otras. En varias de ellas coincidió con el, también cantaor flamenco y de copla, Rafael Farina, con el que mantuvo una gran amistad.

La voz de Antonio Molina fue su sello personal. También su estilo y su forma de interpretar de manera ligera, pero agradable, el cante flamenco, además de sus interminables falsetes. Es uno de los pocos artistas españoles que tiene grabados más de mil títulos, lo que hizo que abusara demasiado de su prodigiosa voz hasta perderla prematuramente.

Protagonizó numerosas películas, convirtiéndose en uno de los artistas flamencos más famosos

Retirada del Flamenco 

Decidió retirarse en el año 1967, para dedicarse a su vida familiar. Se casó con Ángela Tejedor Capitán y tuvo ocho hijos, de los cuales la mayoría se han dedicado también a la música y a la interpretación.

Tras un tiempo retirado, el cantaor de flamenco y copla, decide volver en el año 1986, una fugaz vuelta, ya que tuvo que retirarse definitivamente en el año 1989 tras ser diagnosticado de una fibrosis pulmonar, que le llevó a la muerte tres años después. En el año 1990, recibió el Disco de Platino en reconocimiento a su trayectoria artística, premio que recibió junto a otros compañeros y amigos como Juanito Valderrama.