Filtrar contenido
Los inicios del Flamenco en el cine español
Desde Teatro Flamenco Madrid hacemos un repaso de los inicios del Flamenco en el cine español y su influencia en el séptimo arte.
A comienzos del siglo XX, el flamenco tenía un papel fundamental en la cultura andaluza.
El cine de la época representaba un medio de comunicación poderoso y era el vehículo de transmisión de la cultura. Este cine folclórico andaluz era la manifestación más específica del musical español, de donde surgieron las grandes estrellas del flamenco que hoy conocemos.
Nacimiento del cine flamenco en España
Las primeras películas sobre flamenco que se conocen las realizó Ricardo Baños, y se trataban de unos cortometrajes donde cantaba Antonio Pozo “El Mochuelo”, en 1905. Estas películas aún no incorporan sonido, por lo que la reproducción de las imágenes iba acompañada de un gramófono. En 1914, conoceríamos a Pastora Imperio, la primera bailaora en saltar a la gran pantalla protagonizando la película La danza fatal en 1914, donde solo aparecía ella bailando.
Las características de este tipo de cine mudo se reducían a filmar las escenas mediante planos generales situados en escenarios andaluces.
Más tarde, en 1929 sale a la luz una de las primeras películas del cine sonoro: Fútbol, amor y toros, dirigida por Florián Rey y donde el cantaor ´Guerrita´ tendría un papel fundamental. Sería a partir de este momento cuando se empezarían a filmar numerosas películas de este estilo, donde destacar la presencia de lo andaluz era el punto más importante. Por ello, el cine de la década de los años 30 consigue que el pueblo andaluz y sus tradiciones lleguen a consolidarse como imagen del cine español.
Durante la II República emergieron intérpretes flamencos como La niña de la Puebla, El niño de Utrera y Niño Sabicos.
Durante la II República, emergieron intérpretes flamencos como ‘La niña de la Puebla’ en Madre Alegría (1935), ‘El niño de Utrera’ y ‘Niño Sabicos’ en Rosario la Cortijera (1935), ‘El Niño de Marchena’ en Paloma de mis amores (1935); y Carmen Amaya en La Hija de Juan Simón (1935). Obras en las que se mostraba un estereotipo folclórico y que durante el franquismo serían usadas como referente identificativo de valor.
El cine flamenco durante el franquismo y las niñas prodigio
Asistimos a una época donde prima la manipulación de los medios de comunicación, a través de la censura y represión, además de imponerse unos principios ideológicos determinados por el régimen. Estos nuevos ajustes también determinarán una nueva política cinematográfica, basada principalmente por la censura y orientada a la propaganda de estado. Momento en el que se ensalzaba el cine folclórico para formar una identidad española.
A partir de los años 40, España entra en una lucha constante contra lo extranjero, por lo que se decide darle un “lavado de imagen” al flamenco para que se identificara con el pueblo español. Este lavado de imagen conllevaba borrar toda referencia andaluza, es decir, se desvincula del pueblo andaluz utilizando diferentes recursos como la orquestación musical, introducción de otros instrumentos, y la creación de una atmósfera distinta.
Entre el gran número de películas que se rodaron y proyectaron durante el franquismo, destacan aquellas protagonizadas por las llamadas “niñas prodigio”, de las que emanaba un verdadero talento musical. Marisol o Rocío Dúrcal fueron algunas de estas niñas prodigio, en cuyas obras audiovisuales se representaban los valores morales que el Régimen pretendía inculcar en las generaciones femeninas más jóvenes, creando un referente de conducta para éstas.
Marisol o Rocío Dúrcal fueron algunas de estas 'niñas prodigio', en cuyas obras se representaban los valores del Régimen
Algunas obras audiovisuales que destacaron en la época fueron Ha llegado un ángel (1960) o Un rayo de luz (1961) interpretadas por Marisol, entre muchas otras. Por otro lado, a Rocío Dúrcal se le atribuyen conocidos títulos como Canción de Juventud (1962) o Más bonita que ninguna (1965), aunque su carrera alberga una gran cantidad de obras audiovisuales.
A partir de los años 70, asistiremos a una evolución del flamenco en un amplio sentido, siendo un estilo más normalizado y menos estereotipado tanto en la pequeña pantalla como en el panorama cinematográfico.