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La Ópera Flamenca: orígenes e historia
Hacemos un repaso del controvertido género que se popularizó en la España de principios del siglo XX
El flamenco es cante, baile, toque, guitarra y pasión, pero también tiene su propio vocabulario, resultado de la mezcla de elementos gitanos y andaluces. En este artículo, además estar lleno de curiosidades del flamenco, desvelamos los detalles de la llamada ópera flamenca, término que nos hace sentir un poco más cerca el arte flamenco.
Una nueva etapa en el mundo del flamenco
Entre 1920 y 1955 aparecieron nuevos escenarios flamencos, alternativos a los cafés cantante que entraron en crisis en la década de los 30. Estos nuevos escenarios no eran otros que las plazas de toros, circos y teatros y donde se celebraban los espectáculos flamencos que pasarían a llamarse ópera flamenca.
Pese a que los espectáculos flamencos se extendieron por todo el país, poco a poco iban desapareciendo de los escenarios los palos más sobrios y antiguos, dando prioridad a aquellos más alegres como los ‘cantes de ida y vuelta’ (la milonga, la rumba, la vidalita, la guajira y la colombiana), o el fandango, género principal al que se acoge este estilo flamenco.
Entre 1920 y 1955 aparecieron nuevos escenarios flamencos alternativos a los cafés cantante.
¿Por qué se llama ópera flamenca?
El nombre de ópera flamenca se le ocurrió a Pastora Cruz Vargas, madre de una auténtica institución del cante jondo como la Niña de los Peines. Pastora le sugirió este nombre al empresario Carlos Hernández Vedrines, quien aceptó la propuesta.
Estos espectáculos comenzaron a llamarse así como estrategia económica de los promotores, ya que en aquella época, la ópera solo tributaba el 3%, mientras que los espectáculos pagaban un 10%. Es decir, ante Hacienda, la ópera gozaba de cierto privilegio que el espectáculo de cante jondo no tenía en cuanto al pago de impuestos.
El nombre de ópera flamenca se le ocurrió a Pastora Cruz Vargas.
Primeros espectáculos de ópera flamenca
Los primeros espectáculos de ópera flamenca tenían como cabeza de cartel al cantaor Angelillo y fueron dirigidos por Vedrines desde 1924. Los espectáculos se anunciaban con títulos sensacionalistas para que llamaran la atención del público. Algunos titulares de la época que se recuerdan son los siguientes:
- “Ases, Figuras, Divos. El Mejor conjunto del año”.
- “Monumental programa”.
- “Colosal espectáculo de ópera flamenca”.
En una primera temporada, los artistas que actuaban eran payos como El Niño de la Huerta, Guerrita o El Americano, entre otros. Pero a partir de la segunda temporada, incorporó a los espectáculos grandes artistas gitanos como La Niña de los Peines o Ramón Montoya. La ópera flamenca dio a conocer a grandes personajes del mundo del flamenco como El Niño Marchena, Manolo Caracol, Juan Varea, Antonio Chacón, entre otros.
La ópera flamenca dio a conocer a grandes personajes del mundo del flamenco.
La pureza del flamenco amenazado
Como todo cambio o novedad, surgen cuestiones y opiniones varias respecto al tema. Federico García Lorca y Manuel de Falla reivindicaban la pureza del flamenco, lo concebían como folclore y no como un género escénico. Ambos temían que se perdieran las raíces más puras y profundas del flamenco. Por ello, convocaron un concurso de cante jondo en Granada en 1922, donde Antonio Chacón hacía de jurado y en el que solo podían participar aficionados. Este concurso resultó un auténtico fracaso por la escasa difusión que tuvo y por el empeño en demostrar una pureza del flamenco que no existía. Sin embargo, otros grandes estudiosos del flamenco, como Eugenio Cobo defendían la ópera flamenca como una importante manifestación del flamenco.
Federico García Lorca y Manuel de Falla reivindicaban la pureza del flamenco.
El éxito de la ópera flamenca
Gran parte de que la ópera flamenca tuviera éxito en la época fue gracias a los artistas hispanoamericanos como Carlos Gardel, quien se convirtió en un gran referente para lo más flamencos del momento. Si bien recordamos, la gran cantaora Estrella Morente, en el filme de Almodóvar Volver, interpreta una versión flamenca del famoso tango de Gardel, que lleva el mismo título que la película.
Otro homenaje a la ópera flamenca que quedará para siempre en la historia es el disco póstumo de Paco de Lucía, donde se recogen versiones de canciones tan sonadas de la época como María de la O.
