El baile flamenco, diferencias entre el hombre y la mujer

En los tiempos que corren, apenas existen diferencias entre el hombre y la mujer. Es cierto que el baile flamenco y la danza en general, van evolucionando, y eso es algo bueno, pero también es verdad, que antiguamente existía diferencia entre el baile más femenino de la mujer y la sobriedad en el baile del hombre.

A día de hoy, estas diferencias se aprecian durante la interpretación del baile flamenco, ya que la técnica que adquiere el bailaor y la bailaora durante el proceso de aprendizaje es la misma. La diferencia está en que cuando bailan lo hacen ligeramente distinto, ¿verdad?

No obstante, no podemos olvidar que ambos tipos de baile poseen rasgos comunes como:

• Las torsiones de cuerpo: son los movimientos que hacen los bailaores en los que el torso mira para un lado y las piernas para el otro. Son movimientos, que exigen fuerza, que embellecen el baile.
• Los arrebatos: son otros movimientos que son comunes al hombre y la mujer son los rápidos y de pellizo, como cuando se remata una letra o cuando hay un cierre. Son movimientos que arrancan el “ole” del público y que no se pueden describir con palabras.

Diferencias en el baile flamenco entre el hombre y la mujer

En el baile flamenco se han ido observando notables diferencias entre los hombres y las mujeres que, con el paso del tiempo, se han ido suavizando e igualando. Por ello, si acudes a un espectáculo flamenco la diferencia es más evidente, en concreto con la indumentaria. Resaltamos que la mujer viste con vestido, falda o bata de cola, las cuales suelen ser de colores y, a su vez, se acompañan de complementos y accesorios, como abanicos o mantones con flecos y volantes. Al contrario, el hombre viste con pantalón y camisa en su mayoría de color negro, sin adornos corporales, usando el mínimo de accesorios posible y con un traje pegado al cuerpo.

En cambio, si vas a un espectáculo flamenco por primera vez hay detalles que pueden pasar desapercibidos. SI nos fijamos en la figura, podremos decir que en la femenina predomina la curvatura u ondulación del movimiento, una mayor intimidad y un baile comedido, preferencia por las vueltas de pecho o vueltas quebradas, coqueteo o torsiones con retorcimientos de cinturas.

A diferencia, en la figura masculina predomina la rigidez, los movimientos amplios, el uso de la musculatura en la realización de saltos, la ausencia de adornos y la preferencia por las vueltas por las vueltas de tacón y de tornillo.

Si hacemos alusión al movimiento de manos, resaltaremos que la mujer utiliza más las caderas, se agacha un poco más, eleva más la cintura y juega con la sensualidad del pecho y el balanceo de los brazos. Por el contrario, el hombre tiene más fuerza en las piernas, más firmeza, baila en el suelo y utiliza los brazos más rectos que la mujer.

Además también hay diferencias notables en el movimiento de manos. En las bailaoras el movimiento se realiza separando los dedos con un juego de estos en diferentes direcciones, metiendo el dedo corazón hacia dentro y abriendo los dedos con un giro muy suave de muñeca. Sin embargo, en el hombre comprobaremos que no abre los dedos, ya que los tiene juntos y suelen moverse de dentro hacia fuera, con más intensidad y energía en el giro de la muñeca.

Y, por último, haciendo alusión a la indumentaria resaltamos que las mujeres suelen vestir de colores, con complementos y accesorios como abanicos o mantones con flecos o volantes. Por el contrario, los hombres decir que visten en mayoría de negro, sin adornos corporales, usando el mínimo de accesorios posible y con un traje pegado al cuerpo.

Movimientos y actitudes que caracterizan el baile flamenco entre el hombre y la mujer

La diferencia entre baile flamenco de los hombres y las mujeres es notable y proviene de la antigüedad, el hombre suele bailar con el torso erguido, mueve los brazos manteniendo las manos sin apenas movimiento y ejecuta abundantes zapateados con sonidos marcados, vibrantes, llenos de ritmo y cadencia sobre el suelo, normalmente sonoro. En cambio, a la mujer le caracteriza un mayor dinamismo en sus desplazamientos, contorsiones y recientes flexiones y arqueos del torso. Las manos suelen componer maravillosas figuras y formas que acompañan.

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