El Flamenco como Patrimonio de la Humanidad

El flamenco fue incluido en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 16 de noviembre de 2010. La Junta de Andalucía define el flamenco como el Guadalquivir de la cultura andaluza. Es una manifestación cultural, única y múltiple, que es símbolo de la identidad de Andalucía, y que la representa artísticamente en todo el mundo. El arte flamenco está presente en las fiestas andaluzas públicas y privadas, es herencia de nuestros mayores a través de la oralidad, además de ser industria cultural, motor económico, objeto de estudio y reclamo turístico. El flamenco es, por tanto, presente, pasado y futuro, tradición y vanguardia, y una de las manifestaciones culturales más ricas y complejas del mundo.

Antecedentes de la inclusión del Flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad 

Antes de que se incluyera el flamenco como Patrimonio de la Humanidad, Andalucía ya lo incluyó en el nuevo Estatuto de Autonomía en la LEY ORGÁNICA 2/2007, de 19 de marzo, de reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía para garantizar “la conservación y puesta en valor del patrimonio cultural, histórico y artístico de Andalucía, especialmente del flamenco” 

Ese año, España presentó a la UNESCO cinco candidaturas a Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El flamenco, el canto de la Sibila de Mallorca y los castells catalanes fueron tres candidaturas exclusivas de España. Las otras dos candidaturas restantes, la dieta mediterránea y la cetrería, fueron compartidas con otros países.

La propuesta para incluir al flamenco como patrimonio universal fue defendida por Andalucía, como cuna del flamenco, por Murcia con sus cantes de la mina y las cartageneras, y por Extremadura por su proximidad geográfica, y también por su cercanía histórica, cultural y social. 

En el documento de la candidatura se explicaban detalladamente las características del arte flamenco y se puso de manifiesto que "el flamenco es una expresión artística producto del cante, la danza y la música".

El flamenco es la más significativa y representativa manifestación del patrimonio cultural inmaterial del sur de España, representando una aportación única de la cultura española en el mundo

Además, la candidatura estaba avalada por más de 30.000 firmas de apoyo de personas de todo el mundo que se fueron recopilando a través de la web que promovió la Agencia Andaluza del Flamenco.

Es por esto que, el 16 de noviembre de 2010 la UNESCO incluyó al Flamenco en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y, a partir de ese momento, vela por mantener la tradición flamenca y la promociona dentro y fuera de nuestras fronteras.

Consecuencias de la declaración del Flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Solo un año después de la declaración del Flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la Junta de Andalucía declaró el 16 de noviembre como “Día del Flamenco”. A partir de ahí, este día se celebra cada año con diversas actividades relacionadas con el arte flamenco. 

El objetivo del reconocimiento por parte de la UNESCO del flamenco como Patrimonio de la Humanidad no es otro que reconocer la importancia que tiene el flamenco a nivel nacional e internacional, para que todos velemos por su conservación. 

Que el Flamenco sea Patrimonio Cultural Inmaterial significa que el flamenco es un patrimonio viviente, que está en constante evolución pero que, como ya hemos comentado, no debe perder su esencia

Además, que el Flamenco sea Patrimonio Inmaterial de la Humanidad le da prestigio a este arte y muchísima más visibilidad a nivel mundial, lo que hace que crezca su atractivo y su popularidad.