5 palos flamencos que debes conocer

En España, el flamenco es la representación de la mezcla de música, baile, cante y, sobre todo, del sentimiento que se transmite a través de los movimientos del bailaor o la voz del cantaor. El flamenco ha pasado de ser un estilo musical originario de Andalucía a ser una forma de arte y de expresión.

Para entender qué son los palos del flamenco es necesario recordar los elementos que dan vida a este arte, como el cante, el baile, el toque o la guitarra. El palo flamenco es el nombre que se le da a las diferentes formas musicales, como las soleas, las sevillanas, las seguiriyas, los tangos, etc.

Cada palo flamenco tiene una estructura diferente a los otros, la cual incluye una parte fija y otra variable que cambia dependiendo de cada canción. La parte fija es aquella que hace posible que todo el grupo que interpreta la pieza sea capaz de hacerlo al mismo compás. Mientras que la parte variable es la que tiene referencia con la improvisación y la imaginación. 

A día de hoy, pueden diferenciarse más de 50 palos flamencos diferentes.

¿Cómo los puedo identificar?

• Las sevillanas en la antigüedad eran conocidas como seguidillas sevillanas. Son un baile y cante típico de Andalucía donde su principal escenario son las ferias, como la Feria de Abril y la romería de El Rocío, entre otras. En la antigüedad eran populares en los corrales de vecinos y en los patios.

Su origen está en los años previos a la llegada de los Reyes Católicos. En el siglo XVIII se añadió el baile, el cual ha ido evolucionando y aflamencando hasta llegar al actual baile de las sevillanas. 

Las sevillanas son el baile folclórico más popular en España, las cuales se suele bailar en pareja y se dividen en cuatro coplas. Los movimientos de este baile son los paseillos, las pasadas, los careos y el remate.

• La bulería es el palo flamenco más característico de Jerez de la Frontera. Se compone de tres o cuatro versos de ocho sílabas, además de ser uno de los palos más complejos en cuento al baile y la guitarra.

Esta se caracteriza por ser alegre y fiestera. Este palo flamenco es el más adecuado con respecto a las palmas y al jaleo, a los gritos y las voces expresivas. Además, de ser el baile con el que se rematan casi todas las juergas flamencas.

• La soleá es la madre del flamenco, ya que es uno de los palos más arraigados al cante tradicional como es el cante jondo. Este palo flamenco nació en el sur de Andalucía y tiene su origen en el jaleo, el cual es una conjugación de tres cantes, como son la jota, el fandango y la seguidilla.

Antonio Chacón y Rafael Romero son algunos de los cantaores que han destacado en el cante por soleá, aunque en el baile han sido las mujeres las que han tenido un mayor protagonismo, como Rosario Monje, La Mejorana y Juana La Macarrona.

• El fandango es originario de Huelva y su provincia. Este consta de cuatro o cinco versos, entre los que se repite uno, citando diferentes emociones del ser humano, trabajo, fiestas, amores, desamores, etc.

En el caso del flamenco, a este palo se le conoce como “fandangos aflamencaos”, el cual es originario de Arabia y Portugal.

• Las alegrías provienen de Cádiz y pertenecen al grupo de las cantiñas, aunque se cree que este cante deriva directamente de la jota aragonesa. Se caracterizan por llevar un ritmo bastante rápido y ameno con la finalidad de propiciar un baile entre todos los que la escuchen. 

El máximo exponente de las alegrías fue Ignacio Espeleta quien generalizó la introducción del “tiriti tran tran tran…” que precede habitualmente a este palo. Además, de compartir tiempo con las soleás y las bulerías, aunque las alegrías son mucho más rápidas.

En cambio, un aspecto importante de las alegrías es el vestuario de las bailaoras, el cual consta de un vestido largo hasta el tobillo que termina en unos volados y adornos con cintas. A su vez, como de costumbre estas suelen lucir hermosas mantillas, adornadas con flores y largos flecos.

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